La expresión “ calidad de vida ” ataca la dignidad de la persona.

¿Qué esconde la expresión “mejorar la calidad de vida”?, ¿debemos utilizarla?

A nuestro juicio esconde un grave peligro del que ya nos advirtió el Papa Francisco en la XXIII Jornada Mundial del Enfermo 2015 “qué gran mentira se esconde tras ciertas expresiones que insisten mucho en la «calidad de vida», para inducir a creer que las vidas gravemente afligidas por enfermedades no serían dignas de ser vividas”

Es que acaso hay vidas que no tienen calidad suficiente para ser dignas de ser vividas. ¿Puede realmente mejorarse la calidad de vida? O más bien lo que mejora son las condiciones de vida, o el bienestar de la persona.

Dentro del concepto bienestar podemos incluir todas las dimensiones de las personas la física, la psicológica, la espiritual y la social.

Pero realmente la vida siempre tiene calidad, porque la vida tiene un valor en sí misma, por el simple hecho de existir el ser humano.

Sin embargo tenemos la experiencia de que determinadas circunstancias  no reconocen adecuadamente la dignidad de la vida del hombre. Son como un velo que oscurece y nos impide ver la verdadera dignidad de la vida del ser humano.

Las situaciones de vulnerabilidad personal, la enfermedad, la vejez, la dependencia, la discapacidad, el inicio y el final de la vida son momento de riesgo donde podemos perder de vista la dignidad intrínseca de cada ser humano.

Sobre esta base firme puede construirse una posición ética consistente, y de gran ayuda para la toma de decisiones éticas, lejos del relativismo en el que nos introduce la expresión “calidad de vida”, la expresión “dignidad de la vida” nos introduce en la verdad que nos permite acompañar y cuidar adecuadamente a las personas más vulnerables.

Desde Dignitas Vitae trabajamos para que los servicios sociales y los servicios socio-sanitarios respeten la dignidad de la vida humana en todas sus circunstancias.

Ayudamos a las organizaciones que lo desean a mejorar su competitividad y recursos para poder permanecer en el tiempo fieles a sus propios valores.

Desde este link puede leerse todo el mensaje del Papa Francisco para la XXIII Jornada Mundial del Enfermo 2015, que bajo las palabras de Job “Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies”, http://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/sick/documents/papa-francesco_20141203_giornata-malato.html

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