Repaso a las caídas en las personas mayores.

Repaso a las caídas en las personas mayores.

Repaso a las caídas en las personas mayores. No queremos realizar ningún análisis ni estudio metodológico ni, menos aún, un estudio de campo. Con este repaso a las caídas, queremos aportar datos sobre la situación actual en las personas mayores. Nuestro objetivo en esta ocasión es para aportar información y luz sobre un tema interesante que nos preocupa: prevención de las consecuencias producidas por las caídas.

 

Definición caída

La OMS (Organización Mundial de la Salud) la define como acontecimientos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u otra superficie firme que lo detenga. Las lesiones relacionadas con las caídas pueden ser mortales, aunque la mayoría de ellas no lo son (la OMS excluye en su base de datos las caídas debidas a agresiones y autolesiones, las caídas desde animales, edificios en llamas o vehículos de transporte y las caídas en fuegos, agua o máquinas).

Problema mundial de salud pública

Se calcula que anualmente se producen 646 000 caídas mortales, lo que convierte a las caídas en la segunda causa mundial de muerte por lesiones no intencionales, por detrás de los traumatismos causados por los accidentes de circulación (datos OMS 2018). Todos los años, entre el 30 y el 40% de las personas ancianas que viven en sus hogares y el 50% de los que viven en residencias experimentan caídas.
Las mayores tasas de mortalidad por esta causa corresponden a los mayores de 65 años. Las caídas ponen en riesgo la independencia de los ancianos y causan una cascada de consecuencias individuales y socioeconómicas.
Cada año se producen 37,3 millones de caídas (datos OMS 2018) que, aunque no sean mortales, requieren atención médica. La mayor morbilidad corresponde a los mayores de 65 años, a los jóvenes de 15 a 29 años y a los menores de 15 años.
Las caídas producen muchas veces discapacidades que sumadas a la edad (mayores de 65 años) hacen que se corra más riesgo de necesitar atención a largo plazo e ingreso en alguna institución. Todo esto sin entrar en el coste económico que supone todo ello.

 

Grupos de riesgo

Aunque las caídas conllevan un riesgo de lesión en todas las personas, su edad, sexo y estado de salud pueden influir en el tipo de lesión y su gravedad:
• La edad es uno de los principales factores de riesgo de las caídas. Los ancianos son quienes corren mayor riesgo de muerte o lesión grave por caídas, y el riesgo aumenta con la edad. Podemos decir que entre un 20 a 30% de las personas mayores que se caen sufren lesiones moderadas o graves, tales como hematomas, fracturas de cadera o traumatismos craneoencefálicos. La magnitud del riesgo puede deberse, al menos en parte, a los trastornos físicos, sensoriales y cognitivos relacionados con el envejecimiento, así como a la falta de adaptación del entorno a las necesidades de la población de edad avanzada. A ello podemos añadir la falta de vigilancia, situaciones de convivencia complejas, pobreza, soledad y entornos peligrosos.
• Ambos sexos corren el riesgo de sufrir caídas en todos los grupos de edad. Hay una tendencia mayor de los hombres a sufrir caídas mortales respecto a la mujer.
• Otros múltiples factores de riesgo son trastornos médicos subyacentes, tales como trastornos neurológicos, cardíacos u otras afecciones discapacitantes;  efectos colaterales de los medicamentos, inactividad física y pérdida de equilibrio,
problemas cognitivos, visuales y de movilidad, falta de seguridad del entorno, sobre todo en personas con problemas de equilibrio o de visión.

 

Etiología

El mayor factor predictor de una caída es el antecedente de otra caída. Sin embargo, las caídas en las personas ancianas rara vez tienen una sola causa o factor de riesgo. Una caída suele ser el resultado de una interacción compleja entre los siguientes elementos:
• Factores intrínsecos (deterioro de la función relacionado con la edad, trastornos y efectos adversos de fármacos)
• Factores extrínsecos (riesgos ambientales)
• Factores situacionales (relacionados con la actividad que realiza el paciente)

 

Complicaciones

Las caídas, en particular las de repetición, aumentan el riesgo de lesiones, hospitalizaciones y muertes, sobre todo en ancianos debilitados, con enfermedades preexistentes (p. ej., osteoporosis) y dificultades para realizar las actividades de la vida diaria (p. ej., incontinencia). Las complicaciones a largo plazo pueden incluir una reducción de la capacidad física, el miedo de caer y ser institucionalizado. Las caídas contribuyen con más del 40% de los ingresos en las residencias de personas mayores.
Más del 50% de las caídas que suceden en ancianos provocan lesiones. Si bien la mayoría de ellas no son graves (p. ej., contusiones, abrasiones), son la causa de alrededor del 5% del internamiento en centros residenciales en pacientes ≥65 años. Aproximadamente el 5% de las caídas genera fracturas del húmero, la muñeca o la pelvis. Alrededor del 2% produce fractura de cadera Y alrededor del 10% genera otras lesiones graves (p. ej., en la cabeza y los órganos internos, laceraciones). algunas lesiones relacionadas con caídas son fatales. Cerca del 5% de las personas mayores con fractura de cadera muere durante la hospitalización. La tasa de mortalidad global dentro de los 12 meses de la fractura de cadera oscila entre 18 y 33%.
Alrededor del 50% de las personas ancianas que sufren una caída no logra levantarse sin ayuda. La permanencia en el suelo durante > 2 horas después de una caída aumenta el riesgo de deshidratación, úlceras por decúbito, rabdomiólisis, hipotermia y neumonía.
La función y la calidad de vida pueden deteriorarse significativamente tras una caída; al menos el 50% de las personas ancianas capaces de deambular antes de fracturarse la cadera no recupera su nivel previo de movilidad. Después de caer, las personas ancianas pueden tener miedo de volver a sufrir un accidente, de manera que su movilidad muchas veces disminuye debido a la pérdida de la confianza (síndrome post-caída). Algunas personas pueden incluso evitar ciertas actividades (p. ej., ir de compras, limpiar) como resultado de este miedo. La disminución de la actividad puede aumentar la rigidez articular y la debilidad, lo que reduce la movilidad en forma adicional.

Prevención

La prevención debería ser global y con múltiples medidas. Investigación constante sobre las causas, explorar los factores de riesgo y utilizar estrategias preventivas eficaces. Crear entornos más seguros que reduzcan los factores de riesgo; fomentar medidas técnicas que eliminen los factores que posibilitan las caídas; impulsar la formación de los profesionales sanitarios en materia de estrategias preventivas basadas en datos científicos, y promover la educación individual y comunitaria para aumentar la concienciación.
Los programas eficaces de prevención de las caídas tienen como objetivo reducir el número de personas que las sufren, disminuir su frecuencia y reducir la gravedad de las lesiones que producen. Los programas de prevención de las caídas en los ancianos pueden incluir varios componentes para identificar y modificar los riesgos, tales como:
• Examen del entorno donde vive la persona para detectar riesgos.
• Intervenciones clínicas para identificar factores de riesgo, tales como la medicación, el tratamiento de la hipotensión, la administración de suplementos de calcio y vitamina D o el tratamiento de los trastornos visuales corregibles.
• Evaluación del domicilio y modificación del entorno en casos con factores de riesgo conocidos o antecedentes de caídas.
• Prescripción de dispositivos asistenciales apropiados para paliar los problemas físicos y sensoriales.
• Fortalecimiento muscular y ejercicios de equilibrio prescritos por profesionales sanitarios con formación adecuada.
• Programas grupales comunitarios que pueden incorporar componentes como la educación para prevenir las caídas y ejercicios del tipo del tai-chi o de equilibrio dinámico y fortalecimiento muscular.
• Uso de protectores de la cadera en personas con riesgo de fractura de la cadera en caso de caída.
Comentario
Como ya hemos dicho, la prevención debería ser múltiple y global. También debería ser dividida en primaria, secundaria y terciaria. Nosotros queremos aportar una sugerencia al tema de la prevención con referencia al último punto comentado “protectores de cadera”. Nuestra aportación se debe a que los profesionales que trabajan con nuestra Asociación múltiples veces nos realizan el comentario de la focalización de la protección de la cadera en el anciano (con riesgo a romperse). Esta protección, bien sea con acolchonamiento o con airbag, nos parece muy bien y así viene reflejado en la mayoría de estudios. Pensamos que el resto del cuerpo también deberíamos protegerlo, tanto de las fracturas como de las lesiones menos graves (laceraciones, hematomas, heridas inciso-contusas, …). Tal como hemos reflejado anteriormente, el 50 % de las caídas en los ancianos producen lesión, a veces, incluso pueden ser mortales. La mayoría no son graves o apenas no tienen consecuencias; pero no por ello dejan de preocuparnos (en las residencias), pues crean gran estrés a la persona que la sufre y gran alarma entre los residentes y los familiares de los usuarios.

Consecuencias de las caídas:
Fractura de cadera 2,3%
Fractura de Colles 1,1%
Fractura de pelvis 0,4 %
Fractura vertebral 0,01%
Otras fracturas 3%
Alguna fractura 6,8%
Contusiones 55,3%

Sería interesante realizar estudios sobre este tipo de prevención en las residencias de mayores y analizar por qué no se utilizan más los protectores de cadera. ¿Será el precio? ¿Será que no cubren el resto de zonas del cuerpo con más frecuencia de lesiones?
En conclusión, en España, en la población anciana, las caídas siguen siendo un gran problema de salud pública, dada su incidencia y la gravedad de sus consecuencias. Los factores asociados a las mismas son conocidos desde hace tiempo y algunos de ellos son modificables. Se precisan medidas de intervención sobre estos factores modificables, que reduzcan la drástica incidencia de caídas y los problemas de salud asociados a las mismas.

 

Autores del repaso: Dr. José Pascual Bueno
                                    Enfermera / Fisioterapeuta Ester Micó Albiach

 

  • Bibliografía utilizada para la realización del documento:
     Caídas. Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/falls. 16 enero 2018.
     Rodríguez-Molinero A, Narvaiza L, Gálvez-Barróna C, de la Cruz J, Ruíz J, Gonzalo, Valldosera N, Yustea A. Caídas en la población anciana española: incidencia, consecuencias y factores de riesgo. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2015: 50(6) 274-280.
     Rubenstein L. Manual Geriatría MSD versión para profesionales. Caídas en los ancianos. (Consulta mayo 2020). https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/geriatr%C3%ADa/ca%C3%ADdas-en-los-ancianos/ca%C3%ADdas-en-los-ancianos#
     Pujiula Blanch M, Quesada Sabaté M, Grupo APOC ABS Salt. Prevalencia de caídas en ancianos que viven en la comunidad, Aten Primaria. 2003;32(2):86-91
     Carballo-Rodríguez A, Gómez-Salgado J, Casado-Verdejo I, Ordás B, Fernández D. Estudio de prevalencia y perfil de caídas en ancianos institucionalizados. Gerokomos.2018;29(3):110-116.
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