15 Ene Barandillas en las Residencias 10 puntos clave
¡CUIDADO CON EL USO DE LAS BARANDILLAS EN LAS RESIDENCIAS PARA MAYORES!
Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Facultad de Medicina. Valencia, España.
Conclusiones extraídas de diferentes estudios publicados en diversas revistas científicas, que nos permiten dar algunas respuestas sobre el uso de las barandillas en las camas de los ancianos en las Residencias
¿Qué son las Barandillas?
Son barreras ajustables de distintos materiales (plástico, madera, metálica), que se utilizan como borde en las camas, sobre todo en personas mayores o que tengan la movilidad reducida.
Su objetivo:
Reducir el riesgo de caída de la cama. También se utilizan para dar confianza y tranquilidad a personas que tienen miedo de caer de la cama y como apoyo para cambiar de posición o levantarse, o incluso como soporte para colocar otros instrumentos terapéuticos; pero todo esto no es el objetivo propio de ellas ni están hechas para esos otros fines.
¿Existen evidencias o criterios de uso de las barandillas en las residencias?
Tras la consulta de diferentes estudios y publicaciones, podemos atrevernos a dar algunas respuestas con respaldo científico:
- No se debe abusar de su uso. Para evitar efectos adversos como el atrapamiento en ellas, utilizarlas sólo tras valorar de forma individual al paciente, comprobar que dichos dispositivos no estén obsoletos o sean inadecuados y tener en cuenta una serie de recomendaciones de uso1.
- Es importante que las instituciones no adopten prácticas potencialmente perjudiciales, tales como un uso elevado de sistemas de retención a las sillas o camas. Por todo esto se recomienda no utilizar barandillas o limitaciones físicas para la protección contra caídas en centros de atención a largo plazo2.
- De una Revisión Sistemática3 de 24 estudios se extrajeron diversos resultados: las lesiones graves por uso de las barandillas están generalmente relacionadas con el manejo de dispositivos con diseños anticuados y/o montaje incorrecto y que estos dispositivos, en sí, no parecen aumentar ni disminuir el riesgo de caídas o lesiones por caídas.
¿Realmente se sabe qué barandillas utilizar y si son eficaces?4
Se pudo comprobar que los usuarios, familiares e incluso los profesionales tienen un gran desconocimiento de los efectos adversos de las sujeciones y que se pueden utilizar diversas alternativas a estas. Podemos hacer unas recomendaciones en el caso de que decidamos utilizar las barandillas:
- Las barras de las barandillas nunca deben ser verticales, sino horizontales y, si es posible, mejor una estructura lisa, sin barras. Si fuera de barras, y para evitar atrapamientos, la distancia entre las barras debe tener menos de 12 cm y el ángulo formado por la cama y la barandilla debe ser menor de 6 cm o mayor de 25 cm.
- Comprobar que el tamaño del colchón es el adecuado para la cama.
- Verificar si la barandilla está defectuosa o rota y que ésta quede siempre bien colocada.
- Analizar caso por caso y cuando se decida utilizar estas medidas restrictivas:
♦ Sólo se utilizarán dispositivos homologados.
♦ Deberán estar en perfectas condiciones de uso.
♦ Se hará un uso selectivo y seguro de las barandillas y se tendrán en cuenta las alternativas existentes.
- Cada vez que se apliquen, se comprobará:
♦ Que la persona no pueda caer entre el colchón y la barandilla.
♦ Que no existen riesgos de atrapamiento de ninguna parte del cuerpo de la persona en la barandilla o en los espacios que queden entre ella y cualquier parte de la cama.
♦ Que sacudir la cama o la barandilla o apoyarse en ella no haga que ésta caiga libremente.
- Las podremos utilizar de forma excepcional, por unas horas o unos pocos días, en personas con un “estado confusional” que no les permita conocer si están en una cama y cuáles son sus límites, y siempre que no retengan a la persona en la cama en contra de su voluntad.
- Otros estudios analizados nos sirvieron para extraer otras conclusiones :
-Una Revisión Sistematica5 nos indicó que las barandillas son la intervención más frecuente diseñada para prevenir las caídas de la cama. No sólo se utilizan en nuestro país sino que es una práctica común en muchos países6.
-En el BP8 (Best Practice), que trata sobre la disminución del uso de las sujeciones mecánicas en unidades de agudos y residencias, podemos encontrar múltiples alternativas a las sujeciones que nos pueden servir para aumentar los conocimientos sobre los efectos adversos y la existencia de otras formas de cuidar en las que no se contemplan las sujeciones.
Sobre el uso de barandillas en las residencias podemos concluir diciendo que:
La mejor forma de terminar con el uso de las barandillas es no colocarlas. Una vez las colocamos es casi imposible retirarlas. La razón principal para desaconsejar la aplicación de barandillas es que crean dependencia; de tal manera que en poco tiempo la persona no podrá dormir segura si no se colocan cada noche, salvo que se apliquen otras medidas que eviten que se caiga de la cama. La dependencia que se crea obliga a seguir con ellas de por vida
En los mayores con deterioro cognitivo-demencia, aunque sea de forma muy incipiente, si colocamos las barandillas acabaremos colocando cinturones y todo el arsenal que disponga el Centro para sujetar, tanto físico como químico. Lo que se convierte en otro motivo más para desaconsejarlas.
Nunca debemos retirar unas barandillas a personas que hayan generado una dependencia a ellas. Su retirada no será posible sin realizar una serie de comprobaciones9 para evitar una caída de la cama.
Los centros de Lares Comunidad Valenciana están aplicando con éxito el Programa No Sujetes® y consiguiendo por tanto la eliminación progresiva del uso de barandillas y sus efectos adversos.
Bibliografía
- Downton J. Falls in the elderly. En textbook of Geriatric Medicine and Gerontology (4thEd.) Brockklehurst et al. Churchill Livinsgstone 1992;318-323.
- Melissa Mattison, Edward R Marcantonio. Hospital management of older adults. This topic last updated: ene 26, 2012. In: UpToDate, Kenneth E Schmader (Ed), UpToDate, Waltham, MA, 2013.
- Healey F, Oliver D, Milne A, Connelly JB. The effect of bedrails on falls and injury: a systematic review of clinical Studies. Age Ageing. 2008; 37(4): 268-78.
- Pérez Dinamarca, Andrea del Pilar; Vázquez Campo, Miriam. ¿Son eficaces las barandillas de las camas como prevención ante las caídas? Evidentia. 2010 ene-mar; 7(29).
- Anderson O, Boshier P, Hanna G. Intervenciones diseñadas para prevenir las lesiones de los pacientes relacionadas con su estancia en cama en los centros asistenciales. Cochrane Database of Systematic Reviews 2011 Issue 11. Art. No.: CD008931. DOI: 10.1002/14651858.CD008931.
- Hamers JP, Huizing AR. Why do we use physical restraints in the elderly? Z Gerontol Geriatr. 2005 Feb;38(1):19-25.
- Köpke S, Mühlhauser I, Gerlach A, Haut A, Haastert B, Möhler R, Meyer G. Effect of a guideline-based multicomponent intervention on use of physical restraints in nursing homes: a randomized controlled trial. JAMA. 2012 May 23;307(20):2177-84.
- Sujeciones mecánicas. 2ª parte: disminución del uso en unidades de agudos y residencias. Instituto Joanna Briggs. Best Practice Volumen 6, número 4.
- Burgueño A. www.ceoma.org/desatar/ http://ceoma.org/wp-content/uploads/2014/07/recomendaciones_para_seguridad_en_la_cama.pdf
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